En este libro de Celeste Ng editado por Alba editorial se narra la historia de una familia de cinco miembros, compuesta por: tres hijos de una mujer blanca (Marylin) cuyo marido (James Lee, profesor universitario) es asiático. La mezcla racial se expone desde el principio de la novela como una dificultad en los años en los que dicha pareja inicia ya su relación amorosa. Las aspiraciones intelectuales de Marylin se ven frustradas cuando decide volcarse en la familia y la pareja parece proyectar en la educación de sus hijos las expectativas que quizás ellos no pudieron llevar a cabo.

Ya desde la primera línea de la obra ("Lydia está muerta") se sabe del drama que se está viviendo en el seno familiar por la muerte de la hija. La intriga inicial se va resolviendo poco a poco por medio de la descripción del camino que ha llevado a dicha tragedia. El dolor por la pérdida se entremezcla con la idea recurrente de que a la joven se le intentó proporcionar una educación diferente a la de la madre.

Las relaciones familiares, los silencios, los desconocimientos del comportamiento de los otros, el sentido de culpa, el sentimentalismo de muchas páginas... creo que son los aspectos más reseñables del texto. 

La desaparición de Lydia destapa sentimientos ocultos que transformarán todo el núcleo apartentemente sólido de la unidad familiar, en un tranquilo lugar de Ohio en el que la familia Lee es diferente por su mezcla racial.

Y de telón de fondo, las frustraciones y deseos que los padres van transmitiendo, sin quererlo incluso, a sus hijos mientras la vida parece discurrir normalmente. La desgracia asoma en  el día a día casi sin notarlo.