En errata naturae se edita esta novela de Rosamond Lehmann que aborda entre otros temas: la búsqueda de la propia identidad, la amistad, la homosexualidad, el enamoramiento, los contradictorios sentimientos de la juventud...
Judith es una joven que vive bastante aislada en una casa de campo en la que su soledad es lo más destacable. Solo parece que ha quedado impactada por los recuerdos de lo que acontecía en una casa vecina, cuando se llenaba de vida por la presencia de una familia acomodada compuesta por varios primos (Martín, Julián, Charlie, Roddy y Mariella). Esa situación la arrastra de su propio mundo y hace que los recuerdos de los momentos vividos con dichos amigos rocen incluso la obsesión. Cuando inicia los estudios en la Universidad seguirá en contacto con dichas personas, aunque de modo bastante esporádico, y con alguno de ellos mantendrá alguna relación más estrecha.
El peso de las pérdidas, la fuerza de los recuerdos imborrables, el paso de la infancia y juventud a la madurez... se entrelazan con la narración del recorrido vital de los otros personajes que van apareciendo en la historia.
El salto del hogar protector a la residencia de Cambridge en la que se aloja, el ambiente estudiantil... hace que conozca a personas que la influirán poderosamente: en especial el arrollador personaje de la joven Jennifer.
Por otra parte, el abandono de la Universidad  hacia una vida muy diferente con su madre en Europa provoca una evolución en el carácter de la protagonista, una madurez que la lleva a ver la vida con otro prisma, desde otra perspectiva. Los recuerdos (continuamente presentes en la narración) se apuntalan y se recrean ya con otra visión desde la distancia que da el paso del tiempo.