Es la cuarta novela de María Oruña que he leído y, al igual que El bosque de los cuatro vientos,Lo que la marea esconde y Un lugar a dónde ir, me ha gustado.
En un tranquilo balneario de Cantabria, un grupo de bañistas pertenecientes a diferentes empresas sufren un atentado (con gas sarín) y cono consecuencia haya varios muertos y heridos. La crueldad del ataque y la aparente ausencia de causas para esa barbaridad llevan a la intervención de diferentes cuerpos de policía especializados, médicos expertos en productos de extrema toxicidad.... La teniente Redondo encabeza el grupo de agentes que debe resolver el misterio. Pronto averiguan que, tras el hecho, se halla un peligrosísimo sicario colombiano que en el pasado se había cruzado ya en su trabajo ocasionando que perdiese al bebé que esperaba.
Además de las pesquisas para encontrar al o a los culpables, la teniente estaba previamente inmersa en los preparativos de su doble boda (en Galicia y Escocia) con su novio escocés.
La búsqueda de pistas, el trabajo en equipo, la vida personal de los variados personajes... hacen de esta novela un texto interesante en el que tampoco faltan citas literarias que encabezan los capítulos (fundamentalmente de Crimen y castigo de Dostoievski, que leía el asesino ) .
Entretenido.
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