Hace años que había leído esta novela de David Trueba, que edita Anagrama, pero no lo recordaba, hasta que me empezaron a "sonar" las situaciones de la narración.

Diferentes vidas independientes y, a la vez, interconectadas entre sí por lazos familiares o amorosos. El motor del libro pienso que es la fuerza del deseo, de diferentes deseos que presiden las historias: el de enamorarse, el de escapar de los momentos difíciles de la vida, el de búsqueda... Los personajes están bien perfilados y caracterizados en sus angustias y contradicciones y también en sus miserias. 

Los protagonistas son: Una joven de 16 años que se enamora de un rico futbolista; su abuelo que está experimentando la grave enfermedad de su mujer y reacciona de un modo que impacta; asimismo, el padre de la joven atraviesa un complicado momento personal tras el divorcio de su espsa. Todos viven su soledad y sus dudas de modos diversos y experimentan (como el propio título anuncia) que quizás en la vida la clave sea aprender a saber perder o también a saber dejar marchar.