La historia (ambientada en los 80) está protagonizada por Fede, un chico que quiere ser punk y vive con su padre y madrastra, a la que no soporta y de la que escapa para reunirse con su madre. Ésta (drogadicta y enferma) ha estado separada de él y por ello el chico lucha por un reencuentro; momento que en la novela se rodea por el intenso deseo de conseguir el amor de su madre, su ternura...
Paralelamente, se narra la historia (en este caso ambientada en el 2000) de una joven pintora que lucha por sobrevivir en el ambiente del mundo del arte, aceptando a veces encargos que se pueden considerar al margen de la ley. Su relación con un joven juez de menores con el que entabla una relación amorosa centra muchas de las páginas.
Una novela que explora diferentes ambientes sociales, jergas, personajes variopintos... pero quizás su mayor mérito sea que nos acerca al comportamiento muchas veces contradictorio y oculto que encierra cada vida humana.
Novela triste en general aunque en ella tengan cabida dosis de humor. El final nos deparará más de una sorpresa.