Me ha parecido muy dura, muy sincera, muy emotiva... la historia narrada por Vigan con fuerte tono autobiográfico; historia que arranca de la indagación del pasado familiar tras encontrar muerta a su madre. Ésta se torna un personaje fascinante al ser una mujer que pasa por sucesivas etapas de euforia, desequilibrio psíquico, abandono o lucha...

La mirada tierna que se retrotrae a la inocencia de la infancia de la narradora y expone de modo desnudo el sufrimiento vivido, o lo que no se entiende, unido a los momentos de dicha son un intento de recrear a su vez la vida familiar. También se conocen con frecuencia los puntos de vista de otros miembros de la familia, a los que la autora se acerca para conocer más sobre la historia de su propia madre desde que era niña.

Con su vida asentada, éxito en la escritura... se propone la difícil tarea de plasmar, mediante palabras, el carácter de su progenitora sin dramatismos, sin tapujos, con respeto, cariño y sinceridad; un ejercicio sumamente difícil en el que irá descubriendo también la catarsis que supone la escritura, la reflexión sobre los elementos del pasado que va descubriendo y que desconocía y también (creo yo) las ambivalencias y contradicciones que los hijos pueden tener en su relación con los padres.

Me ha impresionado.