Tan pronto descubrí esta edición ilustrada de la breve obrita de Dostoievsky, editada en Nórdicalibros, me lancé a comprarla.
Las ilustraciones (de Nicolai Troshinsky) me han parecido extraordinarias y el texto y argumento (que recordaba vagamente de una lectura de hace un montón de años) intensos, introspectivos y sugerentes como es propio de las obras de Dostoievsky.
La historia transcurre durante cuatro noches en S. Petesburgo.
Un joven solitario se encuentra, por azar, al lado de un canal a una mujer que está triste. Entablan conversación y se citan a la misma hora durante las noches siguientes.
Las reflexiones, sus propias historias, miedos y problemas emergen con fuerza en ese escenario de la noche de la ciudad rusa.
Un libro sobre la soledad, las desilusiones, el amor, las esperanzas y las contradicciones de los sentimientos humanos.
Siempre es un placer releer a Dostoievsky.
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