Maravillosa 443 páginas que he devorado de un tirón.

He comentado en este blog las novelas negras de P. Lemaitre: Irene, Vestido de novia y Álex, espectaculares pero muy distintas a esta, que fue Premio Goncourt de novela.
En 1918 dos jóvenes (Albert y Péricourt) casi resultan muertos en una ofensiva ordenada por el teniente Pradelle, que intenta que mueran. Albert queda enterrado al lado de un caballo y lo salva Péricourt (cuyo rostro queda destrozado por una explosión). Albert cuida a su salvador con esmero, se desvive por él y acepta falsificar su identidad para que aquel no tenga que volver junto a su riquísima familia, con la que no quiere entablar relación.
Marchan a París sin recursos. El progresivo deterioro psicológico y abandono de Péricourt lleva a que Albert trabaje duro para que ambos puedan  salir a flote. Y mientras esto sucede, el teniente Pradelle, responsable de la desgracia de los dos amigos llega a casarse con la hermana de Péricourt sin que éste lo sepa. Y el azar juega entonces su papel...
Me ha emocionado la relación de amistad que entabla Péricourt con una niña hija de la dueña de la pensión en la que viven.
Es una novela magnífica, intensa... una obra sobre las secuelas de la guerra, los engaños, la política...
Sus personajes son excéntricos, escapan de los límites. Y, sobre todo, es un verdadero canto a la amistad.
Su final es verdaderamente impresionante.