En este ensayo, que editó Blackie Books en España en 2018, Mikita Brottman hace una defensa apasionada de la lectura, del hábito irrefrenable de leer, de las manías de los lectores... del hecho de disfrutar de un libro sin dejarse llevar por imposiciones, modas o mandatos.

La lectura debe ser un acto voluntario, una pasión a la que no se puede ni debe escapar, una elección libre para disponer de un mundo diferente e imaginativo en cualquier momento o lugar. También se expone que un libro puede ser doloroso para nosotros y es entonces cuando quizás deje más huella:

"Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado de nuestro interior. Eso es lo que creo"(pág 146)

Asimismo se plantea que reflexionemos sobre qué es lo que recordamos de nuestras lecturas, de los personajes de ficción...

Un ensayo indispensable para los amantes de la lectura y de los libros.