Aunque es un libro muy duro en muchas páginas, este de Alan Gratz, editado en loqueleo encara un tema de desgraciada actualidad: la necesidad de huir del propio hogar, por diferentes causas, para encontrar un refugio o unas mejores expectativas de vida.

En este libro se entremezclan varias historias (de diferentes épocas y lugares) que tienen como denominador común la necesidad del viaje y la huida de familias (en las que siempre hay niños y jóvenes) pasando peripecias y dificultades graves hasta llegar a un destino que se presenta como punto de partida de una nueva vida.

Mahmoud en el año 2015 debe huir de Siria con su familia. Isabel (en 1994) sale de Cuba en una balsa y Josef, un chico judío en la Alemania nazi de los años 30, tiene que marcharse en un barco huyendo del destino de los campos de concentración.

En todos ellos se condensa el dolor, el miedo, la desesperación y la incomprensión por lo que tienen que vivir pero también se mantienen esperanzados por superar (junto con su familia o amigos) las dificultades que la vida les ha puesto.