Con gran intensidad y fuerza despuntan en esta breve novela, de Andrea Abreu, vivencias, sentimientos, fragmentos cotidianos de vidas singulares y también solitarias que se presentan con fuerza (también por medio de una lengua que refleja la oralidad y que es muy certera en expresiones frescas).

La amistad y el amor entre dos niñas que viven en un pequeño pueblo de Tenerife (en contraste con el turismo con el que se asocian las islas) el conocimiento y descubrimiento del mundo, de la sexualidad, del dolor... todo ello ambientado en un barrio de un pueblo en el que las diferencias y desigualdades de oportunidades, las costumbres... sirven de marco al tema principal.

La protagonista (de la que ni se menciona el nombre) quiere parecerse a su gran amiga a la que se describe también psicológicamente con gran profundidad a través de las vivencias y aprendizajes de ambas..

La originalidad de los temas, junto con el lenguaje oral de Canarias me ha sorprendido por su naturalidad y frescura.