La vida de esa mujer judía, oriunda de la frontera Polonia/Rusia, le da título a la historia.

En una sucesión de peripecias increíbles, luchas por la supervivencia y las vicisitudes del mundo y la situación política que le tocó vivir (se remonta a la época de los zares y casi el siglo posterior con los avatares sufridos por la familia).

Rosa, ya anciana, con 90 años, llega a Alemania junto a su nuera y su hijo. Accede a la petición de contar su vida, un poco para paliar sus problemas económicos; el motivo de dicha petición es una celebración (750 Aniversario) en el pueblo en el que habita.

Su dura vida en los años 20 en  Leningrado (su trabajo interminable en una fábrica textil en la que la explotan) el modo en que explica la sociedad que la rodea (con el comunismo); sus vicisitudes como traductora de alemán mientras luchaba incansablemente por sacar adelante a sus hijos bajo unas condiciones terribles son el núcleo de la narración.   

La valentía y el sentido del humor de Rosa la hacen inigualable, un testimonio viviente de la difícil época que le tocó vivir.

En Impedimenta.

Me ha encantado.