Dolores Reyes es la escritora argentina autora de esta novela editada en Sigilo editorial.

La protagonista es la joven Cometierra, que está dotada del increíble don de localizar a desaparecidos después de tener "visiones" sobre dónde se encuentran; el apodo del nombre lo toma de su modo de proceder para llegar a alcanzar dicho conocimiento que he mencionado.

El ambiente desolador y de violencia que se recrea, especialmente hacia las mujeres, y las extremas dificultades económicas que sufre la protagonista no le impiden ir haciéndose a sí misma, formarse, buscar su propio camino... También debe observar con estupor el don innato que le ha sido concedido.

Desde la soledad y la inocencia se narra (a veces de un modo muy poético) cómo la adivinación la lleva a relacionarse con gentes diversas, pobres, asustados, desesperados que no tienen una justicia humana en la que confiar.

El toque de realismo mágico que envuelve la obra es quizás lo que más me ha gustado de un texto que, a pesar de que me ha parecido interesante, no me ha logrado atrapar.

La magnífica ilustración de la cubierta, muy simbólica, es de Jazmín Varela.