Novela de Antonio Soler sumamente intimista y en la que pesa la fuerza de los recuerdos.

Narrada desde el punto de vista de un niño que con mirada limpia, asombrada, extrañada... se asoma a interpretar lo que percibe a su alrededor.
Familia, conocidos, amigos (fundamentalmente tres)... son elementos básicos que se entretejen con pensamientos del protagonista, anécdotas, miedos, miseria y violencia oculta que se vislumbra a lo largo de estas páginas.
Como síntesis destacaría que la observación directa de lo que rodea al niño le lleva a descubrir que todo son interrogantes respecto a las múltiples realidades que le toca vivir.