Esta novela, basada en experiencias personales de su autor (Nikolái Lilin) editada en Salamandra me ha impresionado especialmente por la violencia y crueldad de los hechos narrados en muchas partes de la historia.
La frialdad con la que, con absoluta naturalidad, se nos arroja a un mundo en el que los valores y códigos pueden parecernos contradictorios es sobrecogedora.

Cárceles, reformatorios, violaciones, muerte, delitos, venganzas, niños que se comportan con la frialdad de un adulto... se mezclan con los códigos secretos del tatuaje (símbolos de una identidad) y con las normas sagradas de la familia o la amistad de una comunidad de los urcos siberianos, expulsados de su tierra natal a Transnistria.
Como he dicho, una dura novela.
Impresionante.