Wayne es un joven granjero que decide abandonar su casa en Vermont para buscar un nuevo destino, en California. Ahí ampliará sus tierras y construirá una nueva vida, casándose con una maestra. Anima a sus tres hermanos a que vayan a ese lugar con sus familias. Estos aceptan.

Un gran árbol es para el protagonista la encarnación del espíritu de su padre, que muere poco después de su marcha. Dicha adoración al árbol lo enfrenta a uno de sus hermanos (de una religiosidad extrema) que corta dicho elemento de la naturaleza y provoca consecuencias impensables. 

Pronto, inmediatamente, la tragedia sobrevuela la vida de unos personajes zarandeados por un destino caprichoso del que no se puede escapar.

Lo misterioso, lo telúrico, la intensidad de los sentimientos irracionales...