He disfrutado, de nuevo, de las amenas, y también irónicas, conversaciones entre Juan José Millás y Arsuaga sintetizadas-noveladas-dialogadas en este texto (entre divulgación científica y ensayo novelado, por intentar clasificarlo) editado en Alfaguara. 

En su anterior libro (La vida contada por un sapiens a un neandertal) era la vida y sus orígenes, la evolución de las especies... el hilo conductor de las conversaciones. 

En este caso es la muerte la protagonista, una muerte que escritor y científico intentan explicar/entender a través del humor, la ironía o la explicación didáctica (aprovechando contextos informales como el viaje, la conversación distendida en una comida...) pero también es un texto en el que prima la imaginación  y la reflexión sobre el sentimiento que en el hombre provoca la idea de que no somos inmortales.

La vejez, el paso del tiempo, la enfermedad y la decrepitud son presentadas como inevitables y necesarias.

Dos libros que se complementan y dejan abierta la posibilidad de tratar nuevos temas con esa técnica narrativa-divulgativa que ambos autores han adoptado.