En esta novela de Kyung-Sook Shin los sentimientos están a flor de piel. Estas palabras de la autora creo que son la mejor muestra del tono de la obra:

"Damos por descontado que nuestras madres están a nuestro lado para apoyarnos de forma incondicional, y que siempre estarán ahí. Pensamos que han nacido para ser madres. Pero antes fueron niñas, y mujeres, como lo somos nosotras ahora. Con este libro quería dar voz a esas mujeres. Mi madre es la energía detrás de mis textos".

Una mujer mayor, procedente de una zona rural acude a una gran urbe a visitar a sus hijos, se pierde y desaparece. Los intentos por encontrarla se suceden pero ella ya no está. Este hecho provoca una narración de las reacciones y recuerdos de varios miembros de la familia: el marido, una hija escritora y otro hijo. Tampoco falta el punto de vista narrativo de la propia mujer.

Tierno.