Editada en Astiberri esta formidable Novela gráfica de Paco Roca. 

Si Arrugas me había fascinado y encantado El invierno del dibujante, o también  Las calles de arena, he de decir que en este caso también la obra merece una elogiable reseña, en mi opinión.

Una apasionante, y documentada, recreación de la participación de un numeroso grupo de Republicanos españoles que formaron parte de la compañía Nueve (que ayudó a liberar París) e intervinieron en la Segunda G. mundial contra el fascismo.

Los recuerdos de un anciano (Miguel Ruiz) son contados al dibujante (que así se convierte también en protagonista de la novela) de un modo ameno y perfectamente engarzado en las dos líneas argumentales que forman el pasado intenso y el presente solitario. Dicho anciano, exiliado en Francia, hila el curso de los acontecimientos vividos  desde el momento en el que huye de España, tras la guerra civil, está en África, Gran Bretaña... hasta su exilio definitivo. 

Una novela muy intimista, de recuerdos que desde la vejez irrumpen trayendo de nuevo la crueldad de la guerra, las pérdidas, el desarraigo y los ideales de los que lucharon por desterrar los fascismos y creían en las libertades.

La parte del pasado va en color y la del presente en el que el anciano cuenta sus antiguas vivencias se presenta en blanco y negro. Una novela gráfica muy elaborada, a pesar de su aparente sencillez.
Una maravilla.

El título se basa en un verso de Machado (quien, por cierto, también aparece en la historia):

"Para qué llamar caminos a los surcos del azar"