Esta novela de A. Doerr editada en Suma de Letras se ambienta en un momento histórico relevante: la Segunda Guerra Mundial. 

La vida de dos personajes (que llegamos a conocer con gran profundidad) se alterna en los capítulos: por un lado, la de una niña ciega (Marie Laure) y, por otra, la de un joven huérfano (Werner). 

La primera vive con su padre en París y de allí tiene que marchar cuando a su padre, que trabaja en el Museo de Historia Natural, le encargan un cometido secreto: que se lleve una piedra valiosísima (aunque no se le informa de si es la verdadera o una réplica) cuando los nazis entran en la ciudad. Impresiona la vida de Marie Laure, que siempre tendrá de fondo, omnipresente, una gran maqueta que su padre le hizo a la cría como réplica de la gran ciudad, como modo de que aprenda a valerse por sí misma. Asimismo, el amor por los libros (que el padre de la chica también le inculca) es una presencia constante en la historia. La vida de la joven con unos parientes, mientras está ausente su padre, también es una parte intensa y tierna de la obra.

Por otro lado, el segundo gran personaje: el inteligentísimo Werner simboliza una historia de lucha y búsquedas. Vive con su hermana en un orfanato pero pronto es reclutado por los nazis por sus extraordinarias habilidades para construir receptores (que tendrán mucho valor en el contexto de la Segunda Guerra mundial). Con este personaje conocemos el adoctrinamiento llevado a cabo por el bando alemán y un punto de vista distinto de la contienda.
Ambos se encontrarán y las historias confluyen.
Es un libro en el que alternan los hechos sucedidos en el 1944 y los sucesos de diez años atrás. Los capítulos son cortos por lo que la lectura se hace muy ágil a pesar de la extensión de la obra.
Es un texto en el que está presente el dolor, la soledad, el misterio, la crueldad de la guerra pero también la esperanza.
Me ha gustado.