De este autor (Herman Koch)  he comentado en DesordenadasLecturas dos novelas, también editadas en Salamandra, que me impactaron La cena y Casa de verano con piscina.

En el caso de Sospechas el resultado no ha sido el que esperaba. Si bien el relato ha mantenido mi atención hasta el final, el texto no ha logrado convencerme ni por el modo de engarzar los diferentes temas de la historia (me han parecido muy forzados) ni por la propia narración.

El protagonista es un conocido político, alcalde de Ámsterdam, que siente como se resquebraja su matrimonio (muy distinto pero perfecto en apariencia) cuando intuye, simplemente por unos gestos que observa desde la distancia, que su mujer le es infiel con otro político al que conoce. La obsesión por comprobar que lo que piensa es cierto provoca un comportamiento paranoico que altera profundamente las raíces de su vida. 

Al mismo tiempo, su anciano padre le comunica la decisión (según él consensuada con la madre) de poner fin a su vida antes de que el matrimonio no pueda valerse por sí mismo.

Otros temas tratados en la obra son los entresijos de la política, las diferencias interculturales que se sugieren por la distinta procedencia del matrimonio, los silencios y las hipocresías que rodean a los personajes, el toque de misterio que envuelve determinadas acciones...

Las dudas que al final se plantean no han conseguido, como he indicado, que la historia me haya atrapado.