En este magnífico cómic de Bastien Vivès, la temática dominante es el mundo de la danza.
A diferencia del colorido que me había impresionado en otras obras del autor, en éste predominan los tonos grises (quizás en consonancia con la "concentración/densidad" de la historia).

Una niña entra en una prestigiosa academia de danza que marcará su vida, especialmente por la influencia que sobre ella ejerce un exigente profesor.

A medida que crece, la vida le exigirá a Polina tomar decisiones importantes, experimentar importantes nuevas experiencias, comprobar el poder del destino.... y también retomar, a pesar del paso del tiempo, episodios del pasado que flotaban interrumpidos en los recuerdos.

En esta novela de Rodrigo Rey Rosa, un joven del campo,  Cayetano,  emigra a la gran ciudad, en donde trabaja como guardaespaldas de una mujer muy rica -Clara- que de repente desaparece. Comienza a investigar dicha desaparición (motivado fundamentalmente porque se ha enamorado de ella). Y así, nos encontramos, con una trama de intereses complejos que nos irá adentrando en diferentes estratos sociales de Guatemala, en la violencia, en variopintos ambientes (en permanente contraste) o en las vidas de muchos personajes que se suceden a veces con gran rapidez ante la mirada del lector. 

A la vez que se narra la desaparición de Clara, también se conoce la de un niño pequeño sordo (de un  pueblo). Tardaremos en descubrir qué conexión tienen dichas desapariciones.

Los sordos es también una metáfora sobre la dificultad de comunicarse.

Fascinoume este Cómic de Miguelanxo Prado que ven de recibir un Premio do Salón Internacional do Cómic en Barcelona. Publicado en galego en Patito Editorial e en castelá en Norma Editorial.

Tenrura, sensibilidade, delicadeza, memoria, fraxilidade dos recordos, a vellez e a enfermidade, a combinación de fantasía e realidade... conforman unha atmosfera engaiolante cunhas ilustracións moi sedutoras. O texto tamén me pareceu marabilloso.
Para reler.

El inconformismo y la continua búsqueda, que parece presidir la vida del joven Lino (narrada con maestría y agilidad intercalando episodios del presente y del pasado) parece llegar a su fin cuando el protagonista consigue un trabajo estable, se enamora de una mujer encantadora y todo parece sonreírle. Pero el azar y la casualidad, que parece presidir el destino de los humanos, hace su aparición para introducir con él el absurdo y decisiones que alterarán profundamente la vida de todos los personajes.

Reflexiones filosóficas y gran emotividad se mezclan con una trama narrativa muy interesante que convierten a Lino en un personaje complejo, fascinante, contradictorio... un hombre que en su continua búsqueda vital se va encontrando con otros hombres y mujeres que también, cada uno a su modo, luchan por encontrar la felicidad o su lugar en el mundo: soñadores, pragmáticos, idealistas, excéntricos...

Me ha encantado.

 Lo recomiendo encarecidamente.

Un álbum editado por Thule, escrito por Mónica Gutiérrez e ilustrado por Ana Tortosa (de la que ya he comentado el magnífico: Camino de mi casa). 

Una metáfora sobre los descubrimientos que vamos haciendo de nosotros mismos, desde niños.

Poético y tierno.

Una obra en la que se entrelazan, con gran maestría narrativa, cuatro historias diferentes (con personajes también muy variopintos) en las que diversas relaciones familiares, la amistad, los recuerdos o el amor... se entretejen en torno a un objeto: un escritorio antiguo que pasará por sucesivas manos (después de varias vicisitudes) y que se dice ha pertenecido a Lorca.

En síntesis, los diversos personajes e historias son: Una escritora que posee, durante muchos años, el escritorio por un préstamo que le hace un poeta chileno con el que contacta a través de un amigo, por casualidad... Un abogado judío que vive en Jerusalén y que, tras la muerte de su mujer, recibe la visita de su hijo con el que no tenía buena relación... En tercer lugar, nos acercamos a las vidas de un profesor que, cuando muere su mujer, descubre un gran secreto que ella escondía. Por último, en la cuarta historia, una estudiante norteamericana entabla relación con los peculiares hijos de un famoso anticuario, se enamora del chico y es gran amiga de la hermana.

Son personajes intensos, que luchan por conseguir su espacio o por sus recuerdos y vivencias. No falta el hilo de conexión de las cuatro historias, que tardamos en descubrir.

Un impresionante álbum, editado en Bárbara Fiore.
Un abuelo lleva a su nieto a un museo en el que le enseñará un autobús muy especial. Le  da al niño una lección sobre tolerancia, racismo y, especialmente, la lucha por los derechos humanos.

El anciano le narra a su nieto cómo Rosa, una mujer negra que en 1955 ocupó un asiento de un autobús y se negó a levantarse para que lo ocupase un blanco - Rosa Parks- consiguió con ese gesto que se reflexionase sobre una ley injusta y que la unión de todos (un boicot) hiciese que  se cambiase.

Para reflexionar, porque sin los pequeños gestos valientes nunca nada podría cambiar.

En la contracubierta puede leerse:

 "Siempre hay un autobús que pasa en la vida de cada uno de nosotros. Tú mantén los ojos abiertos, no vayas a perder el tuyo".

Muy recomendable.

Hace meses que he leído esta novela de Pérez Reverte que ahora comento y que he devorado  "de un tirón". Me ha atrapado por su agilidad narrativa y especialmente por la fuerza de los dos personajes más relevantes de la historia: Max Costa y Mecha Inzunza. Personajes con los que, creo, Reverte ha logrado plasmar todo el peso que con el paso de los años vamos acumulando en sabiduría, experiencias y también desengaños...    

Me ha parecido también un canto a la libertad, a la belleza fugaz que huye, a los momentos positivos vividos que, sin que se perciba completamente, se alojan en el recuerdo unidos también con la fuerza de frustraciones y  fracasos que acumulamos.                                                                                                  

Los continuos saltos narrativos en el tiempo y el espacio (en transatlántico hacia Buenos Aires en 1928, en Niza en 1937, en Sorrento en 1966) hacen se intercale el presente de la historia con episodios relevantes de la vida de los protagonistas; todo ello se conjuga perfectamente con la narración de aventuras, amores "folletinescos", suspense... a los que nos tiene acostumbrados el autor pero que, creo, en este caso se tiñen de un poso de melancolía que quizás justifiquen la afirmación de Reverte:

"Empecé a pensar El tango de la Guardia vieja en el año 90 pero pensé que me faltaban canas y arrugas para escribirla".

Max es un truhán, estafador, vividor, bailarín profesional que se cruza, en un crucero, con una interesante mujer casada con un importante compositor. Podríamos decir que los tres entablan una relación intensa y extraña de la que iremos conociendo más y más detalles a medida se avanza en el presente de la historia. Una obra en la que traición y engaño se entrelazan irremediablemente también con el sexo y el amor. Y de fondo, ese tango que transmite toda su fuerza, incluso en los silencios.

Recomendable.

Inquietante, podría decir incluso que terrorífico en alguna página... Fascinante álbum de Gary Crew y Shaun Tan editado por Bárbara Fiore.

Es una historia de múltiples lecturas y significados a los que probablemente hay que volver; que nos invita a pasar de nuevo las páginas, hacia atrás...

Un objeto curioso, un visor, es encontrado por un niño (acostumbrado a rebuscar en vertederos de la ciudad objetos que le llamen la atención). Así comenzará un juego, no exento (como he dicho) de un punto siniestro y terrorífico... en la presentación de momentos importantes de la historia y en el hecho de que la fantasía se inserta en la realidad

Imágenes parecidas a las del maravilloso Árbol rojo o La cosa perdida en las presentaciones inquietantes, surrealistas... peculiares de objetos cotidianos que adquieren sugerencias y significados a veces oníricos.

Pienso que todo el texto es una gran metáfora sobre los diversos procesos creativos, la búsqueda de la propia identidad, una reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez y (posiblemente) la soledad.

Algunos personajes, extrañísimos, como el anciano que construye unas bombillas muy particulares me han parecido muy originales. Una atmósfera misteriosa en la que la contemplación absorta y la sensación de ser contemplados puebla las páginas.