Maravillosa historia llena de ternura y sensibilidad.

Una abnegada empleada de hogar se encarga de limpiar la casa de un viejo, y huraño, profesor enfermo (padece un grave tipo de amnesia y sólo conserva su asombrosa capacidad para las matemáticas). Pronto aprende a respetar las manías del anciano y establece con él una relación en la que las matemáticas van a tener un papel fundamental y mágico en la vida diaria. Cuando el hombre se entera de que dicha mujer tiene un hijo pequeño, comenzará a enseñarle a éste (en los momentos de lucidez) y se encariñará mucho con el crío.

La relación entre todos ellos cambiará sus vidas.

Un precioso canto a la amistad, a la paciencia y a la ternura.