Es un texto breve con tintes autobiográficos que Sofia Tolstaia (la  esposa de L. Tolstói) escribió hace un siglo.

Me ha gustado la prosa, directa, clara, punzante... el modo de abordar los temas y la profundidad en la caracterización y evolución de los personajes (tan propio de las novelas decimonónicas aunque a diferencia de gran parte de aquellas no se recrea tanto en las descripciones, puesto que son mucho más escuetas).

La mujer protagonista (Anna) es un personaje fuerte, libre, independiente en un principio pero su personalidad va diluyéndose y doblegándose ante un marido mucho mayor que, a pesar de lo que parecía en un comienzo, ni se preocupa por ella ni realmente la entiende.

La protagonista se parece, en muchos rasgos, a otras Anas: Ana Karenina o Ana Ozores, con las que la une ese hilo tenue de ensoñación, desilusión y lucha por unos sueños irrealizables que tan presentes están también en aquellas mujeres.

La novela se divide en dos grandes partes: en la 1ª (más breve) conocemos el carácter independiente y vitalista de Anna, la vida en su familia y el proceso de enamoramiento de un rico hombre mayor (un príncipe amigo de la familia). Dicha parte culmina con la descripción del cambio de vida con el matrimonio y el nacimiento del primer hijo. La 2ª parte (más extensa)  sitúa la acción diez años después, cuando la realidad en la que se encuentra ya no se parece en nada a las expectativas iniciales sobre su existencia. La vida diaria, los desplantes e infidelidades del marido, el cuidado de los hijos... Su gran amistad con Dimitri Bejmétev me ha recordado las obras que ya he citado.

Me ha encantado leer a esta escritora olvidada y quizá "utilizada" por su famoso marido escritor, con el que vivió a la sombra a pesar de haber dedicado toda su vida a ayudarlo, también en sus escritos.