Esta novela de Emmanuel Carrère editada en Anagrama. me ha resultado durísma pero me ha encantado.

La vida nos sorprende en algún momento con enfermedad, muerte, contratiempos... (nuestros o de los cercanos) y debemos afrontar situaciones duras con el coraje de seguir viviendo y aceptando los cambios y las ausencias.

El narrador de la novela (también uno de los protagonistas) es un escritor al que le piden que plasme con palabras una pérdida acaecida en su entorno. 

Las reflexiones sobre su situación vital personal cambian en unas idílicas vacaciones (en un país asiático en 2004 con su pareja y familia) en las que asisten al cataclismo provocado por el tsunami y unas inundaciones que dejan a su paso desolación y muerte. Ellos han sobrevivido pero la desgracia de unos amigos que pierden a su niña en el accidente, el dolor de otra conocida a la que le ha desaparecido su marido... hacen que se replantee el modo de enfocar la vida. 

En la siguiente parte, la narración se centra en la enfermedad de su cuñada, Juliette, que fallece tras una dura lucha y deja 3 hijas. También se hace un recorrido por las relaciones personales de dicha mujer, en especial con un compañero de trabajo, juez, que tuvo que enfrentarse a una grave enfermedad en su día. El dolor de la familia y los amigos, la aceptación de la pérdida, las despedidas... son temas tratados con gran sensibilidad.

Íntimo, intenso, desgarrador y a la vez infunde esperanza.

Recibió el Premio Globe.