Las dos gemelas Desirée y Stella viven en un pequeño pueblo de Luisiana en el que son mejor vistos los matrimonios mixtos en los que el tono de piel de los futuros hijos es más claro. Es la gran aspiración de la comunidad, una declaración de intenciones sobre lo asentados que están los prejuicios raciales.

Las dos hermanas, muy unidas, ven separadas sus vidas cuando Stella decide, de modo impulsivo y casual, romper con todo el pasado e iniciar una nueva vida simulando que es de raza blanca. Su matrimonio con un hombre adinerado y las posteriores vivencias (totalmente alejada de su familia y entorno original) la educación de su hija en la ignorancia sobre sus orígenes la convierten en un personaje desarraigado que oculta su pasado totalmente.  Un contraste de lugares y de modo de vida resalta en toda la descripción de la historia personal de esta mujer

Mientras, Desirée se unirá con un joven negro con el que tiene una hija. El maltrato al que es sometida la lleva a abandonarlo y volver a su hogar de origen. Siempre se cierne sobre su vida el interrogante de qué habrá sido de su hermana. Se hace cargo, con entrega y dedicación, del cuidado de su madre, que ha perdido la memoria. A esta tarea la ayuda su nueva pareja.

El azar vuelve a poner en conexión ambos mundos divergentes y los lazos familiares se enredan al conocerse las hijas de dichas hermanas protagonistas.

Temas como la intolerencia, la búsqueda de la propia identidad, la aceptación o no de uno mismo ... y, fundamentalmente el azar de algunas decisiones son los ingredientes básicos que componen esta recomendable lectura.